Add parallel Print Page Options

Nadie se quedó conmigo cuando tuve esta gran visión. Las fuerzas me abandonaron, palideció mi rostro, y me sentí totalmente desvalido. Fue entonces cuando oí que aquel hombre me hablaba. Mientras lo oía, caí en un profundo sueño, de cara al suelo. 10 En ese momento, una mano me agarró, me puso sobre mis manos y rodillas,

Read full chapter